martes, 11 de marzo de 2014

Ante el jefe final

Por fin ha llegado. Se para delante de la gigantesca puerta y recupera el aliento. Guarda su arma.

Le ha costado mucho llegar hasta ahí, muchas batallas, todas muy duras,  pero para algo eran sus mejores hombres. Ahora, solo los separa una puerta. Cuando la cruce todo comenzará y estará a un paso de terminar, con suerte, bien para él y para todos los que han depositado su confianza en él, si no el final para todos y habrá perdido algo más que una batalla.



Algo más descansado vuelve la vista atrás un momento. Ve una larga escalera que desciende y se pierde en la oscuridad. A la mente se le viene la mentes de todos aquellos que se han sacrificado para que él este ahí, así que decidido y con el pecho henchido de coraje empuja las enormes puertas, que con un grave chirrido se abren lentamente ante él y le dejan paso hacía el principio del fin.

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